El fenómeno del «dry texting», o mensajes secos, ilustra una forma pasivo-agresiva de comunicación digital mediante respuestas breves y cortantes que rompen el flujo conversacional y generan sentimientos de desconexión. En un mundo donde la mensajería instantánea supera a las llamadas telefónicas, los usuarios deben leer entre líneas para interpretar el tono y las intenciones ocultas. Esta forma de comunicación puede llevar a malentendidos y afectar relaciones personales y laborales al carecer de elementos como el lenguaje corporal y la entonación. Expertos señalan la necesidad de desarrollar habilidades de comunicación emocional para evitar conflictos y construir vínculos más saludables. La importancia de la comunicación clara y auténtica se destaca como esencial en una era digital donde un simple «ok» puede tener múltiples interpretaciones.
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