El reciente decreto aprobado por el Consejo de Gobierno marca un hito en la conservación ambiental de la provincia de Huelva al declarar como Zonas Especiales de Conservación (ZEC) a la Dehesa del Estero, Montes de Moguer, Dunas del Odiel, Marisma de Las Carboneras y el Estuario del Río Piedras. Este decreto también incluye la ratificación de un Plan de Gestión integral que abarca estos valiosos espacios, ubicados en los municipios de Aljaraque, Cartaya, Gibraleón, Lepe, Moguer, Palos de la Frontera y Punta Umbría.
Estas áreas han sido reconocidas como sitios de importancia comunitaria debido a la diversidad de sus ecosistemas, que incluye marismas, lagunas, arenales costeros y estuarios. El plan de gestión se alinea con los principios de la Directiva Hábitats de la Unión Europea y la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, con el objetivo de proteger hábitats y especies de interés comunitario. Al formar parte de la Red Natura 2000, estas ZEC refuerzan la conectividad ecológica de Andalucía y su vinculación con otros espacios protegidos como Doñana.
El decreto se centra en la protección y restauración de estos ecosistemas dinámicos que permiten la coexistencia de especies y la adaptación de comunidades vegetales. La estrategia contempla la restauración de hábitats degradados, control de especies invasoras y la mejora de la conectividad ecológica. Estas medidas buscan no solo conservar la biodiversidad, sino también preservar servicios ecosistémicos esenciales, proporcionando beneficios vitales como la regulación hídrica y la mitigación de inundaciones.
Cada ubicación posee características ecológicas únicas. La Dehesa del Estero y los Montes de Moguer albergan pinos piñoneros y son relevantes para la caza y apicultura. Las Dunas del Odiel ofrecen protección litoral contra la erosión, mientras que la Marisma de Las Carboneras y el Estuario del Río Piedras son refugios para la biodiversidad marina y terrestre. Estas ZEC también fomentan actividades económicas sostenibles, como turismo de naturaleza y pesca, brindando empleo y bienestar a las comunidades locales.
El proceso de declaración se ha llevado a cabo con principios de transparencia y participación, involucrando a administraciones locales, organizaciones conservacionistas y la ciudadanía. Este enfoque colaborativo garantiza que las medidas sean eficaces y sostenibles, asegurando que las voces de la comunidad sean escuchadas.
Con este decreto, la Junta de Andalucía reafirma su compromiso con la protección del patrimonio natural, alineándose con las políticas del Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Biodiversidad 2030. Además, la iniciativa promueve la educación ambiental y el ecoturismo, fortaleciendo la imagen de Andalucía como un líder en la conservación medioambiental.
El plan de gestión establece un marco dinámico y flexible, sujeto a evaluación periódica cada tres años, con revisiones globales cada seis años, garantizando la adaptabilidad a las necesidades cambiantes de estos ecosistemas. Esta metodología asegura la conservación a largo plazo y genera oportunidades de desarrollo socioeconómico sostenible. La iniciativa del Gobierno andaluz destaca cómo la gestión ambiental responsable puede contribuir al desarrollo local y servir de ejemplo en el ámbito nacional e internacional.
Fuente: Junta de Andalucía.