La relación entre Dani Rodríguez y el Mallorca ha alcanzado un punto crítico. El veterano centrocampista provocó una controversia al cuestionar públicamente al entrenador Jagoba Arrasate. Esto llevó al club a despojarlo de la capitanía y suspenderle el sueldo, escalando el conflicto a un nivel que ahora amenaza con romper el vínculo contractual que los une hasta junio de 2026.
La situación se ha intensificado tras incidentes previos, como las críticas de Rodríguez hacia la gestión del club en la Supercopa en Arabia Saudí. Estos episodios han alimentado la tensión con la directiva, especialmente tras un desacuerdo reciente sobre la alineación en un partido contra el Real Madrid. Como resultado, las sanciones y el clima de incertidumbre han sembrado la discordia dentro del equipo.
El futuro de Rodríguez en el Mallorca es incierto. Aunque el club busca la rescisión de su contrato, él se resiste y sigue entrenando por su cuenta, decidido a continuar jugando. Si esta tensa situación no se resuelve, la salida del gallego en el mercado invernal podría ser la única opción viable. Esta situación amenaza con empañar su legado en Son Moix, tras siete años y más de 250 partidos con el equipo.