La situación laboral en Granada se ha vuelto alarmante, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística (INE). La provincia se posiciona como la que presenta la mayor tasa de desempleo de la península, alcanzando un preocupante 19%. Esta cifra está notablemente por encima de la media andaluza, que se sitúa en el 15%, y casi el doble del porcentaje nacional, que es del 10%.
A pesar del contexto desalentador, se reporta la creación de 15.000 nuevos puestos de trabajo en los últimos tres meses. Este incremento en la ocupación podría parecer un rasgo positivo, pero es importante considerar que este crecimiento se ve afectado por la precariedad laboral. La mayoría de los nuevos empleos son de baja calidad y no ofrecen condiciones laborales dignas.
Además, el aumento en la demanda de empleo no se debe únicamente a la creación de nuevas oportunidades, sino también al retorno al mercado laboral de muchas personas que, ante el incremento en el coste de la vida, se ven obligadas a buscar trabajo una vez más. Este fenómeno no solo refleja una necesidad económica, sino también una realidad social que pone en evidencia la fragilidad del mercado laboral local.
La disyuntiva entre crecimiento de empleo y calidad laboral es un reto que Granada deberá enfrentar con urgencia. La cuestión va más allá de las cifras: se trata de garantizar que el empleo generado sea digno, que permita a las personas vivir con estabilidad y evitar que el alarmante índice de desempleo se perpetúe en el tiempo.
Fuente: CCOO Andalucía.