Daniel Noboa Azín, un empresario de 36 años y heredero del poderoso imperio bananero de Ecuador, ha logrado lo que su padre no pudo: ser presidente. En un país polarizado y en crisis, Noboa llegó al poder en 2023 con una retórica moderada y medidas audaces, como aumentar el IVA y reducir subsidios, sin provocar disturbios significativos. Aunque su gobierno enfrentó desafíos graves, como una escalada de violencia y dificultades económicas, su popularidad se mantuvo gracias a un manejo estratégico de la política y acciones controversiales como el asalto a la Embajada de México en Quito. A pesar de la crítica internacional y una oposición que cuestiona los resultados, Noboa ha asegurado su permanencia en el poder, consolidando el control político de su familia con su madre postulándose como presidenta de la Asamblea Nacional.
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