En las recientes elecciones, Michigan volvió a respaldar a Donald Trump, rompiendo con su tradición demócrata y ampliando su margen a un 1,4% respecto a 2016. El estado, donde los aranceles de Trump amenazan con miles de despidos en la industria automotriz, vio incrementarse el descontento económico de sus ciudadanos del 15% al 45% entre 2020 y 2024. Factores como las críticas a Kamala Harris por su apoyo a Israel también influyeron en el cambio de inclinación política. Mientras la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer intenta mediar en Washington, buscando reducir el impacto de los aranceles que afectan a una economía estatal con un quinto de su población dedicada al sector automotriz, las tensiones en la industria persisten. Las empresas del sector, como Stellantis y Hyundai, ya sienten los efectos negativos de estas políticas comerciales, previstas para intensificarse con los aranceles a las partes de automóviles en mayo, ante un pronóstico que apunta a una caída de 1,8 millones de ventas de coches en la región en el próximo año.
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