Las tendencias mundiales actuales apuntan a cambios económicos significativos que podrían impactar directamente en las finanzas personales. Factores como la transición hacia energías más sostenibles, la digitalización acelerada de la economía y las tensiones geopolíticas están alterando la estructura de los mercados globales. Estos fenómenos, junto con el envejecimiento demográfico y la creciente desigualdad económica, no solo influyen en las políticas económicas a nivel macro, sino que también se reflejan en el coste de vida diario. Mientras los gobiernos y las empresas intentan adaptarse y anticiparse a estos cambios, los consumidores deberán prepararse para un entorno financiero más volátil y desafiante en los próximos años.
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