La inteligencia artificial (IA) está transformando los flujos de trabajo en el ámbito empresarial, especialmente en el área de cumplimiento normativo, a pesar de los retos que plantea. Un informe reciente del EQS Group, junto a la asociación Berufsverband der Compliance Manager e.V. (BCM), ha evaluado seis modelos líderes de IA en 120 escenarios de cumplimiento, bajo el título «EQS Benchmark Report: AI Performance in Compliance & Ethics». Este informe busca determinar cómo puede la IA adaptarse eficazmente a este sector.
Los resultados son prometedores, mostrando una precisión notable en tareas estructuradas con tasas de acierto superiores al 95 %. Sin embargo, esta efectividad disminuye en situaciones complejas o ambiguas. Moritz Homann, Director de Innovación de Producto e IA en EQS Group, subrayó la percepción de la IA como un territorio todavía por explorar entre muchos profesionales. «La clave es comprender su aplicación eficaz y en qué podemos confiar», señaló.
Por su parte, la Dra. Gisa Ortwein, presidenta del BCM, enfatizó la relevancia de un uso ético. Destacó que iniciativas como este informe ayudan a entender mejor los aportes de la IA y la importancia del juicio humano en ciertos contextos.
El análisis posiciona al modelo Gemini 2.5 Pro de Google a la cabeza, con una puntuación del 86,7 %, seguido de cerca por el GPT-5 de OpenAI, con 86,5 %. Los modelos de 2025 han mostrado un progreso considerable comparado con sus predecesores, especialmente en tareas con reglas claramente definidas. No obstante, en escenarios más ambiguos, la diferencia en rendimiento entre modelos puede alcanzar hasta 60 puntos.
Homann destacó que ciertas tareas cruciales no deberían dejarse exclusivamente en manos de la IA. Estas herramientas deben ser vistas como multiplicadores de capacidades, no como sustitutos del juicio humano. La consistencia de los modelos también fue alta, con más del 95 % de respuestas idénticas en tareas repetidas y pocos errores, conocidos como «alucinaciones». Esto sugiere que, con las instrucciones adecuadas, estos modelos ofrecen resultados fiables.
El informe subraya, además, la importancia de instrucciones claras. Los modelos más recientes han mostrado una mayor capacidad para seguir indicaciones complejas, lo cual es beneficioso para equipos de cumplimiento que manejan políticas detalladas y grandes volúmenes de datos.
Finalmente, Homann concluyó que la IA se integra progresivamente en el cumplimiento normativo. «Los equipos de ética y cumplimiento deben aprender a regular y aplicar la IA con confianza», afirmó. El informe está disponible en la página oficial de EQS para quienes deseen profundizar en sus detalles.