Un violento motín en el Centro del Fuerte de La Purísima en Melilla, protagonizado por treinta menores no acompañados, culminó con varios cuidadores y vigilantes heridos el pasado 28 de marzo. El conflicto estalló tras la negativa de la dirección del centro a entregar diez euros a cada menor para celebrar el fin del Ramadán, lo que provocó un brote de violencia en el que los jóvenes bloquearon accesos, lanzaron objetos contundentes y retuvieron al personal. La rápida intervención de la Guardia Civil logró dispersar a los implicados, aunque las tensiones se mantuvieron. Al día siguiente, la Consejería de Políticas Sociales de Melilla accedió a entregar el dinero reclamado, desatando la indignación del personal del centro, quienes consideran que se ha legitimado el uso de la violencia. El incidente resalta problemas persistentes de seguridad y recursos en el centro, con trabajadores demandando medidas urgentes para su protección tras sucesivos episodios de agresiones. La investigación del tumulto continúa mientras se enfatiza la necesidad de revisar las condiciones de trabajo en estos entornos.
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