Ada Colau, ex alcaldesa de Barcelona, y Jordi Coronas, concejal de ERC, fueron deportados por Israel y llegaron a Barcelona ayer por la noche. Ambos denunciaron un trato duro y condiciones inhumanas durante su detención, acusando a Israel de violar sus derechos fundamentales y describiéndolo como un «estado fascista». Colau narró experiencias como la falta de alimentos y medicinas, así como la firma de documentos en su nombre sin consentimiento. A pesar de las dificultades, señalaron que continuarán apoyando la causa palestina. El viaje de deportación fue costeado por el gobierno español.
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