Marruecos ha lanzado un contundente mensaje a la Unión Europea tras el fallo del Tribunal de Justicia de la UE que invalidó acuerdos con Rabat por no contar con el consentimiento del pueblo saharaui. El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Naser Burita, exigió «pruebas tangibles» del compromiso europeo con su país, vinculando la continuidad de la asociación a estas evidencias de apoyo. En medio de tensiones sobre la soberanía del Sáhara Occidental, territorio considerado por Marruecos como parte de su integridad territorial, Burita enfatizó que la relación con la UE no se mantendrá «a cualquier precio». Oliver Varhelyi, comisario europeo saliente, subrayó la importancia de la relación y anunció 200 millones de euros en ayuda para Marruecos, con la esperanza de resolver los desafíos bilaterales.
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