El voto latino en Estados Unidos se perfila como un factor determinante en las elecciones presidenciales, aunque no puede tratarse como un bloque homogéneo. El electorado latino presenta variaciones significativas según su país de origen y región de residencia, impactando estados como Nevada, Texas, Florida y Nueva York. Según datos del último censo, 34,5 millones de latinos tienen derecho a voto, superando el número de votantes afroamericanos. Kamala Harris enfrenta un mínimo histórico de apoyo entre votantes latinos, quienes también muestran respaldo a Donald Trump por sus políticas sobre inmigración, economía y seguridad. Estudios indican que las preocupaciones compartidas con la clase media estadounidense ayudan a los republicanos a ganar terreno en zonas urbanas tradicionalmente demócratas.
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