La muerte de Toribia, una entrañable perra beagle de casi 14 años, dejó un vacío profundo en la vida de su familia, pero también un legado de amor y felicidad. Adoptada a los pocos meses de nacer en Zapopan, Jalisco, Toribia se convirtió en el epicentro del hogar, acompañando a sus dueños en múltiples mudanzas por ciudades como Guadalajara, Berlín y Ámsterdam, y mostrando su singular personalidad al rechazar ensuciarse o dar la pata. A lo largo de su vida, conquistó a quienes la rodeaban, incluso ganando cierta fama en redes sociales. Su fallecimiento, tras un rápido cáncer de hígado, generó condolencias de diversas figuras del ámbito cultural. La vida de Toribia resalta el impacto positivo que tienen las mascotas en los humanos, recordándonos que su cuidado y amor nos hacen mejores personas.
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