Desde que Donald Trump asumió la presidencia, las medidas de control en los aeropuertos de EE.UU. se han endurecido, afectando a turistas y personas con estatus legal. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha sido criticada por inspeccionar teléfonos en busca de contenido crítico hacia Trump o Estados Unidos. A ciudadanos estadounidenses no se les puede negar la entrada, pero sí detener e interrogar. Los residentes con Green Card enfrentan menos riesgo, salvo si tienen antecedentes penales o han estado fuera del país por mucho tiempo. Los turistas e individuos con visado a menudo enfrentan más obstáculos, y expertos en privacidad aconsejan proteger la información en dispositivos electrónicos. Las inspecciones han aumentado, pese a declaraciones oficiales que niegan motivaciones políticas.
Leer noticia completa en El Pais.