Este lunes marca el retorno a la normalidad en las escuelas y el comienzo de un congestionado curso en Barcelona, debido a múltiples obras en arterias principales que complican el tráfico. Los trabajos afectan a 38 líneas de autobús y repercuten en transportistas y taxistas. Destacan las prolongaciones de la línea L8 y la expansión de la L9 del metro, con obras en espacios clave como Plaza de Espanya, Gran Via y Urgell, entre otros. Las autoridades defienden estas mejoras por su impacto positivo en el transporte público, pese a las molestias actuales. Desde el sector del transporte, se muestra comprensión ante las necesidades urbanísticas, aunque se lamentan las alteraciones en las rutas.
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