En Estados Unidos, decenas de personas han sido despedidas por comentarios en redes sociales sobre el asesinato del activista ultraderechista Charlie Kirk. Figuras políticas y populares han exigido represalias contra quienes celebren la muerte del comentarista. Entre los despedidos se incluyen trabajadores de diversas áreas, desde pilotos hasta académicos. La columnista del Washington Post, Karen Attiah, y Matthew Dowd de MSNBC son algunos de los afectados. Una página web anónima recopiló información de más de 30,000 casos de quienes supuestamente celebraron el asesinato. Empresas como American Airlines y Delta han tomado medidas contra empleados involucrados, mientras que el Gobierno subraya la necesidad de condenar la glorificación de la violencia política.
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