El último Gran Premio de la temporada en Bahréin resultó ser una carrera caótica que dejó a Max Verstappen y su equipo, Red Bull, frustrados, mientras que McLaren destacó de manera notable. Oscar Piastri, de McLaren, se alzó con su segunda victoria de la temporada, consolidando su capacidad para competir en la cima tras ganar previamente en China. George Russell terminó segundo, aunque una posible sanción por un fallo en la electrónica de su Mercedes podría cambiar su posición y otorgarle a McLaren un doblete junto a Lando Norris. Verstappen, a pesar de los contratiempos con su coche, logró finalizar sexto. Fernando Alonso terminó en el 16º puesto con un Aston Martin poco competitivo, mientras que Carlos Sainz debió abandonar tras incidentes que dañaron su vehículo. La carrera estuvo marcada por la degradación de los neumáticos y la aparición del coche de seguridad, lo que benefició a los McLaren que mantuvieron un ritmo inalcanzable.
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