El presidente de Estados Unidos ha logrado un significativo avance diplomático en su segundo mandato al mediar exitosamente en un acuerdo entre Hamas e Israel. Este avance representa un importante triunfo político en el escenario internacional, consolidando la influencia de su administración en la promoción de la paz en Medio Oriente. Las negociaciones y compromisos alcanzados entre ambas partes son vistos como un paso crucial hacia la estabilidad en la región, destacando el papel decisivo del liderazgo estadounidense en la facilitación del diálogo.
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