El primer ministro polaco Donald Tusk enfrenta una complicada situación política tras la victoria de Karol Nawrocki, apoyado por los populistas de Ley y Justicia (PiS), en las elecciones presidenciales. Tusk debe superar una moción de confianza en el Sejm y enfrentar la presión de una oposición que busca recuperar el poder. La derrota del candidato liberal Rafal Trzaskowski complicó su gestión, y la coalición gubernamental enfrenta desafíos internos y externos. Nawrocki, alineado con políticas populistas y contrarias al ingreso de Ucrania en la UE, podría complicar aún más la situación política de Tusk. Pese a la confianza en superar la moción, la estabilidad de su gobierno está en duda, siendo esencial para Tusk recuperar la iniciativa y mostrar avances concretos.
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