Donald Tusk se perfila como un líder clave en la Unión Europea en medio de una nueva etapa política en Polonia, donde el primer ministro busca revertir los efectos de años de políticas nacionalistas populistas. Inicia su periodo de presidencia rotatoria del Consejo de la UE con la tarea de contrarrestar el enfoque iliberal del gobierno húngaro que lo precedía, mientras gestiona retos como las relaciones con el segundo mandato de Donald Trump y la defensa europea ante Rusia. Tusk, experimentado en la política europea y defensor firme de Ucrania, lidia con la polarización interna de Polonia y busca consolidar su liderazgo en una Europa amenazada por el ascenso del populismo. Su gestión será fundamental en un momento crítico, marcado por elecciones en Polonia y la búsqueda de unidad dentro de una UE enfrentada a desafíos económicos y geopolíticos.
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