La moda del consumo de «gas de la risa», o óxido nitroso, se ha extendido rápidamente en Madrid, pasando de ser una actividad confinada a locales a realizarse en la vía pública. Según la Policía Municipal, esta sustancia es fácilmente accesible y barata, lo que ha aumentado su uso entre jóvenes desprevenidos de sus peligros para la salud. Aunque no catalogada como droga, su venta recreativa en la calle es ilegal y considerada un delito contra la salud pública. La proliferación de traficantes, que operan subrepticiamente como vendedores callejeros, se ha convertido en un problema para las autoridades. El reciente arresto del futbolista Diby Keita en Madrid resalta la gravedad de la situación, mientras la Agencia Española de Medicamentos advierte sobre los riesgos de su consumo, que van desde alucinaciones hasta potenciales muertes.
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