Donald Trump ha intensificado su ataque contra el Tribunal Penal Internacional (TPI) al imponer nuevas sanciones a cuatro de sus miembros, entre ellos dos jueces y dos fiscales, por involucrarse en investigaciones de crímenes de guerra contra ciudadanos de EE. UU. e Israel sin el consentimiento de estos países. Las sanciones, anunciadas por el secretario de Estado, Marco Rubio, incluyen el bloqueo de activos en EE. UU. y la prohibición de transacciones financieras. Esta medida es parte de un patrón continuado de oposición de la administración Trump hacia el TPI, al que acusa de amenazar la seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados. En respuesta, Francia y la ONU han pedido la suspensión de estas sanciones y han subrayado la importancia del TPI en combatir la impunidad. La corte ha solicitado a sus miembros apoyo firme para continuar su labor en defensa de los derechos humanos internacionales.
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