El pasado lunes, una nueva proclamación del presidente Donald Trump entró en vigor, restringiendo la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países, incluidos Cuba y Venezuela, debido a consideraciones de seguridad nacional. La medida suspende ciertos visados para ambos países, citando la falta de cooperación y altos índices de permanencia ilegal. En particular, Cuba es acusado de ser un «patrocinador del terrorismo», mientras que a Venezuela se le atribuye incapacidad para gestionar eficazmente sus documentos de identidad. No se expedirán más visas B-1, B-2, F, M y J a los nacionales de estos países, pero la medida excluye residentes permanentes y ciertas categorías de personas, como deportistas internacionales.
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