La Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR) decidió suspender temporalmente los aranceles del 25% sobre productos tecnológicos clave provenientes de China, tales como tarjetas gráficas, placas base y componentes de semiconductores. Esta medida, que tendrá una duración inicial de 90 días, ofrece un respiro importante para el mercado global de componentes al evitar un aumento inmediato en los costos de estos productos.
Originalmente, los aranceles estaban programados para entrar en vigor el 1 de junio de 2025, pero ahora han sido aplazados hasta el 31 de agosto del mismo año. Esta extensión proporciona un alivio momentáneo tanto para fabricantes como para consumidores que enfrentan la incertidumbre en el mercado de componentes.
La aplicación de estos aranceles tiene sus raíces en la Sección 301 del Trade Act de 1974, reactivada por Donald Trump durante su segundo mandato para presionar a China. Aunque la administración de Joe Biden había suavizado el enfoque arancelario, el regreso de Trump a la Casa Blanca ha revitalizado su uso como herramienta geopolítica, centrando especialmente la presión en áreas como los semiconductores y las energías renovables.
El reciente encuentro comercial entre China y Estados Unidos en Ginebra llevó a un acuerdo bilateral de reducción de aranceles, mostrando una apertura hacia la negociación. Ambos países acordaron suspender parcial y temporalmente las tasas adicionales, además de reducir medidas no arancelarias y establecer mecanismos de seguimiento económico continuo.
Esta pausa tiene un impacto directo en las importaciones estadounidenses de tarjetas gráficas y placas base, elementos esenciales en industrias como el gaming y la inteligencia artificial. Las empresas con ensamblaje en China, como ASUS y Gigabyte, evitan por el momento subir precios o buscar alternativas de producción fuera de Asia. La suspensión también previene un posible incremento de la inflación tecnológica al frenar el encarecimiento de productos de consumo masivo.
Sin embargo, esta tregua no elimina por completo la tensión comercial. Aunque algunos aranceles se han suspendido, otros tramos aún se mantienen, y las medidas podrían reactivarse en el otoño si las negociaciones fracasan. En paralelo, China ha suspendido parte de sus aranceles sobre productos estadounidenses, mostrando intenciones de reequilibrar la relación comercial, aunque las tensiones geopolíticas siguen presentes.
A corto plazo, la suspensión de los aranceles evita un aumento en los precios de las tarjetas gráficas, que ya habían visto un alza debido a la alta demanda de sectores emergentes. No obstante, el sector tecnológico permanece en vilo, a la espera de una solución definitiva o de posibles represalias ligadas a las próximas campañas electorales de 2026.
El mercado global sigue atento, buscando un equilibrio entre competitividad, seguridad nacional y estabilidad comercial. Por ahora, los precios de las GPUs y placas base permanecen estables, pero la incertidumbre continúa latente.
