Irán ha desestimado previamente acusaciones similares, alegando que carecen de fundamento y responden a intereses políticos. Las autoridades iraníes han denunciado en repetidas ocasiones que estas imputaciones son parte de una campaña de desinformación dirigida a desacreditar al país en la arena internacional. Las tensiones diplomáticas continúan escalando, mientras los observadores internacionales llaman a la moderación y al diálogo para resolver las diferencias.
Leer noticia completa en El Mundo.