El 19 de diciembre de 2022 se vivió una tensa escena en la estación de Chamartín cuando Pedro Sánchez adelantó al Rey Felipe VI para abordar el AVE a Murcia, en un contexto de fricción derivado de la negativa del monarca a pronunciarse sobre polémicas reformas del Tribunal Constitucional. Esta táctica de Sánchez busca, según algunos, erosionar la imagen de imparcialidad política del Rey, ahora empujándole a comprometerse en una serie de conmemoraciones por el aniversario de la muerte de Franco. La intención, aparentemente, es usar estos eventos para dividir a la opinión pública y desgastar la imagen de la monarquía, aunque las críticas señalan que tales acciones pueden resultar en una burda maquinación, más estética que ideológica, revelando el trasfondo maquiavélico de la estrategia gubernamental.
Leer noticia completa en 20minutos.