México y Canadá han acordado reforzar sus fronteras tras alcanzar un entendimiento con el presidente estadounidense Donald Trump, evitando así la aplicación inmediata de aranceles que amenazaban con desatar una guerra comercial de grandes dimensiones. Trump, quien promete proteger la seguridad nacional, había presionado a ambos países argumentando la necesidad de impedir el flujo de drogas y migrantes ilegales hacia Estados Unidos. Como parte del acuerdo, México incrementará su presencia en la frontera norte con 10,000 efectivos adicionales, y Canadá implementará un plan fronterizo valuado en 1,300 millones de dólares, incluyendo vigilancia ininterrumpida y designación de cárteles como organizaciones terroristas. A pesar del aparente avance, surgen dudas sobre si estas medidas resultan en una auténtica protección fronteriza o representan una victoria más orientada a la opinión pública. Los aranceles quedan suspendidos por 30 días durante los cuales continuarán las negociaciones. Mientras tanto, China sigue siendo objeto de aranceles del 10% que entrarán en vigor en breve.
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