La crisis de precios en los alimentos está impactando negativamente en la salud de los españoles, con los productos frescos encareciéndose hasta cinco veces más que los ultraprocesados, según un informe publicado en ‘The Lancet’. Este patrón, que es parte de una tendencia global, también afecta a España, donde el acceso a una dieta sana se ve restringido por los precios elevados de productos saludables. Expertos advierten que las consecuencias de una alimentación no saludable no son inmediatas, pero sí significativas a largo plazo, resaltando la importancia de abordar este desequilibrio para proteger la salud pública.
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