El número anual de prisioneros políticos ha superado la barrera de los 3.000, más del doble en comparación con el año anterior, cuando se registraron 1.400 casos. Este incremento refleja una alarmante tendencia en el ámbito internacional, suscitando preocupación en diversos organismos de derechos humanos. Según los datos proporcionados, este aumento marca un deterioro significativo en la situación de los derechos civiles, generando un clima de incertidumbre y represión en varias regiones del mundo. La situación urge a los líderes internacionales a tomar medidas para abordar estas violaciones de manera efectiva y proteger los derechos fundamentales de los individuos.
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