El conflicto entre Donald Trump y ciudades demócratas por el despliegue de la Guardia Nacional llegó al Tribunal Supremo de EE.UU., luego de que la Administración Trump apelara una decisión judicial que prohíbe el uso de estas tropas en Chicago. La Casa Blanca argumenta que la medida es necesaria para controlar la violencia, mientras que las autoridades locales aseguran que militarizar las ciudades es ilegal. Las decisiones judiciales anteriores en Portland y Los Ángeles sostienen que tal despliegue viola leyes como la Posse Comitatus, que prohíbe a los militares actuar como policías. Un tribunal de apelaciones ya había respaldado a Chicago, afirmando que no hay indicios de rebelión que justifiquen la intervención militar. En respuesta, Trump podría considerar invocar la ley de Insurrección. El Tribunal Supremo, con mayoría conservadora, ha favorecido previamente al presidente en casos sobre sus políticas. Los representantes de Illinois y Chicago tienen hasta el lunes para presentar argumentos, mientras el gobernador de Illinois critica la posible militarización como una amenaza a la democracia.
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