Un reciente estudio revela un aumento preocupante en la intoxicación de mascotas por cocaína en el hogar, reflejo del mayor acceso a drogas. Investigadoras de Vancouver examinan el impacto del estigma del consumo en la atención veterinaria, destacando que el miedo a ser juzgados o enfrentar consecuencias legales lleva a muchos dueños a no buscar ayuda profesional. De los encuestados, un 78% teme que los veterinarios denuncien los casos, lo cual provoca que algunos oculten información crítica, afectando el tratamiento del animal. Las investigadoras subrayan que crear espacios libres de prejuicios es clave para reducir estas barreras y proteger el bienestar animal, resaltando que el estigma no solo perjudica a las personas, sino que también puede costar vidas de seres que no pueden hablar por sí mismos.
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