El excongresista republicano George Santos se ha declarado culpable de fraude electrónico y robo de identidad agravado, enfrentándose a más de seis años de prisión y una indemnización de 370.000 dólares. Con la sentencia programada para el 7 de febrero, Santos admitió haber traicionado la confianza de sus electores, construyendo su carrera política sobre mentiras. Expulsado del Congreso tras una investigación ética, se descubrió que había falseado su patrimonio, cobrado subsidios de desempleo fraudulentamente y usado donaciones de campaña para gastos personales. Su juicio, que involucraría a 40 testigos, estaba programado para septiembre antes de su declaración.
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