La conservación de alimentos en grasa es una práctica tradicional que ha perdurado en la memoria culinaria de muchas familias, no solo alargando la vida útil de los ingredientes, sino intensificando sus sabores. Técnicas como el confit de pato o los torreznos se basan en este método. En el ámbito de la coctelería, el innovador bartender Don Lee popularizó en 2008 el «fat washing», una técnica que infunde un destilado con grasa derretida para incorporar sus aromas sin dejar residuos grasos. Esta práctica, que alteró la coctelería contemporánea, permite infusionar bebidas como el famoso Benton’s Old Fashioned con notas de bacon, mejorando su profundidad y complejidad. Actualmente, esta técnica sigue evolucionando, utilizando ingredientes como la mantequilla tostada para agregar complejidad a los cócteles. Al mismo tiempo, técnicas modernas aprovechan al máximo ingredientes como el plátano, adicionando una dimensión extra de complejidad a través de infusiones en coctelería.
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