Friedrich Merz inicia su mandato como canciller bajo la sombra de una polémica decisión de la Oficina de Protección de la Constitución de Alemania, que ha declarado al partido Alternativa para Alemania (AfD) como una amenaza de extremismo de derecha. Esta calificación, basada en un extenso informe, permite a los servicios de inteligencia aumentar la vigilancia sobre el partido, que es el mayor de la oposición en el Bundestag tras conseguir el 20,8% de los votos. Estados Unidos ha criticado esta medida, considerando que socava la democracia, mientras que el gobierno alemán defiende la acción como una protección constitucional necesaria. El debate sobre la posible ilegalización de AfD se intensifica, aunque sería un paso arriesgado en la tensa situación actual. Entretanto, el cordón sanitario contra AfD persiste en el Bundestag, complicando su integración en labores parlamentarias.
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El Futuro de AfD en la Alemania de Friedrich Merz: Desafíos y Oportunidades Políticas