El plazo establecido por el Ayuntamiento de Madrid para la retirada de los 6.000 patinetes eléctricos de alquiler gestionados por las empresas Dott, Tier y Lime venció hoy, derivando en potenciales sanciones de 1.500 euros por vehículo no retirado. Esta decisión, que tomó por sorpresa a las operadoras, quienes se enteraron del cambio a través de medios y redes sociales, ha sido calificada como desproporcionada y apresurada, comparando los 15 días concedidos con los cinco meses otorgados en París para una medida similar. Las compañías han comenzado a retirar los patinetes y se preparan para acciones legales, señalando las implicaciones económicas que conlleva la retirada forzosa y las multas asociadas. El ayuntamiento justifica la medida alegando incumplimientos normativos por parte de las operadoras y menciona los problemas de movilidad causados por estos vehículos.
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