Hasta el 13 de octubre, el Museo Picasso de Málaga presenta la mayor retrospectiva dedicada al artista surrealista tinerfeño Óscar Domínguez en Andalucía. Domínguez, nacido en 1906 en San Cristóbal de La Laguna y fallecido en París en 1957, se destaca como uno de los creadores españoles más universales del siglo XX, vinculado al movimiento surrealista liderado por André Breton y en el que también participaron Joan Miró y Salvador Dalí.
La exhibición, organizada por la Consejería de Cultura y Deporte, incluye más de cien obras que abarcan toda la trayectoria de Domínguez. Es la segunda gran exposición dedicada al artista en España, después de la realizada por el Museo Reina Sofía hace más de tres décadas. La muestra ha sido organizada en colaboración con el Óscar Domínguez TEA Tenerife Espacio de las Artes, con Isidro Hernández Gutiérrez como conservador jefe y comisario.
El arte de Domínguez se nutre de su infancia en el norte de Tenerife, caracterizándose por un estilo audaz y experimental. Elementos como playas de arena negra, dragos milenarios y mares de nubes se integran en sus composiciones, donde lo real y lo imaginario se fusionan en imágenes perturbadoras. Estos paisajes se transforman en visiones oníricas, enriquecidas por su diálogo con el surrealismo europeo pero filtradas a través de una sensibilidad volcánica.
Óscar Domínguez es conocido por su técnica de ‘decalcomanía’, que permite crear formas impredecibles y abrir la puerta al azar. Este método se convierte en una herramienta poética para capturar lo irracional. Su obra también incluye paisajes cósmicos en superficies ‘litocrónicas’, explorando temas de tiempo y materia pictórica.
En la capital francesa, Domínguez fortaleció su relación con Pablo Picasso, compartiendo una visión del arte como herramienta de resistencia. La influencia de Picasso es clara en sus figuras fragmentadas y el diálogo entre cubismo y surrealismo. Su estilo en la década de los 50 evolucionó hacia una paleta más sombría y cargada de densidad emocional, reflejando su inestabilidad personal.
A pesar de su trágico final el 31 de diciembre de 1957, la «maquinaria onírica» de Domínguez sigue resonando hoy, ofreciendo una experiencia impactante a los visitantes del Museo Picasso de Málaga hasta mediados de octubre.
Fuente: Junta de Andalucía.