En Andalucía, una región que enfrenta cada vez más olas de calor, sequías prolongadas y episodios climáticos extremos, las respuestas al cambio climático comienzan a nivel local. La Junta de Andalucía ha hecho de los municipios piezas clave en su política climática, promoviendo un modelo de colaboración institucional que permite a los ayuntamientos planificar su adaptación al nuevo contexto ambiental.
Durante 2025, bajo el Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC), la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha entregado los Planes Municipales contra el Cambio Climático (PMCC) a más del 95% de los municipios andaluces con menos de 50,000 habitantes, un total de 756. Estos documentos estratégicos permiten a los ayuntamientos conocer su situación de partida, identificar riesgos, calcular emisiones, y diseñar medidas específicas de mitigación y adaptación alineadas con las políticas climáticas a nivel autonómico, estatal y europeo.
Estos planes se desarrollaron mediante un proceso de contratación pública impulsado por la Junta, asegurando apoyo técnico especialmente a municipios rurales. Esta iniciativa refleja el compromiso de Andalucía con una gobernanza climática descentralizada y equitativa, asegurando que todos los territorios puedan contar con sus propias estrategias contra el cambio climático.
María López Sanchís, secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático, destaca la importancia de los municipios en estas políticas, afirmando que «con estos planes les damos las herramientas necesarias para anticiparse, actuar y proteger a su ciudadanía desde el conocimiento y la planificación».
Adicionalmente, la Junta ha desplegado recursos técnicos y metodológicos para fortalecer la capacidad de los ayuntamientos, incluyendo una metodología oficial para la elaboración de los planes, visores de escenarios climáticos locales, calculadoras de huella de carbono y una guía de financiación para facilitar el acceso a fondos europeos, estatales y autonómicos.
La operatividad de los planes es una de sus principales fortalezas, ya que incluyen acciones concretas adaptadas a la realidad local. Estas van desde mejorar la eficiencia energética en edificios municipales hasta estrategias para proteger a la población vulnerable frente al calor, e incorporar soluciones basadas en la naturaleza y mejoras en la gestión del agua.
Para ejecutar estas medidas, la Junta ha habilitado nuevas ayudas. Este año se destinarán cerca de seis millones de euros para que los municipios desarrollen actuaciones prioritarias o campañas de sensibilización sobre el cambio climático, especialmente en relación con fenómenos extremos como las olas de calor. Esta convocatoria se añade a una anterior, ya ejecutada, de un millón de euros.
La estrategia de la Junta no solo se centra en aspectos técnicos o económicos, sino también en fomentar una nueva cultura del clima que integre la gestión local y genere un compromiso compartido. Se ha promovido la formación de personal técnico municipal, la colaboración con diputaciones y entidades supramunicipales, y la coordinación con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP).
La cooperación multinivel, con el apoyo de diputaciones provinciales, mancomunidades y consorcios, asegura que incluso los municipios con menos recursos avancen en sus políticas climáticas, reduciendo desigualdades y reforzando la cohesión entre áreas urbanas y rurales.
Además, se han implementado herramientas de evaluación y seguimiento mediante la Oficina Andaluza de Cambio Climático, que acompaña a los municipios en la validación de sus planes e introduce criterios climáticos en planificación urbana y presupuestos municipales.
Desde la aprobación del PAAC, Andalucía ha trabajado para construir una respuesta sólida y coherente al cambio climático, considerando a los municipios no solo aliados, sino actores protagonistas. Su proximidad a los ciudadanos, conocimiento del territorio y capacidad para implementar soluciones concretas los convierte en el pilar central de una estrategia climática eficaz.
Como concluye María López Sanchís, «el cambio climático requiere respuestas globales, pero también locales. Si queremos proteger nuestro territorio y garantizar la calidad de vida de las generaciones futuras, necesitamos que cada ayuntamiento cuente con las herramientas, los recursos y el respaldo institucional necesarios. Y eso es lo que Andalucía está haciendo».
Fuente: Junta de Andalucía.
