La ministra ha anunciado que los 31 nuevos programas no incluirán sistemas o equipos provenientes de Israel. Esta decisión refleja un cambio estratégico en la selección de proveedores para estos proyectos, aunque no se han especificado las razones detrás de esta determinación. La medida podría tener implicaciones en las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países, aunque no se han detallado las posibles alternativas tecnológicas que se considerarán en lugar de las israelíes.
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