En una muestra de respeto y solidaridad, las fuerzas parlamentarias han decidido pausar temporalmente sus disputas sobre corrupción para centrarse en apoyar a las víctimas de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha afectado recientemente al país. Este consenso, inusual en un clima político marcado por el enfrentamiento, subraya la gravedad de la situación y la necesidad de priorizar la atención a los damnificados. El acuerdo implica dejar de lado las tensiones políticas momentáneamente para atender las urgencias humanitarias derivadas del fenómeno meteorológico, que ha causado graves daños y pérdidas.
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