La propuesta para ocupar la ciudad con el objetivo de desmantelar a Hamas enfrentó resistencia por parte del jefe del ejército, quien mostró su desacuerdo con la medida. Este conflicto interno refleja divisiones en el enfoque estratégico sobre cómo manejar la situación, evidenciando la complejidad de las decisiones militares y políticas en la región. La oposición del líder militar añade un nuevo nivel de desafío a la planificación y ejecución de acciones que buscan estabilizar la zona.
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