Fuentes gubernamentales han expresado que perciben un cambio en la actitud de los partidos nacionalistas, lo que ha contribuido a una disminución de la crispación política en el país. Esta evolución podría facilitar el diálogo y mejorar las relaciones entre el Gobierno central y las comunidades autónomas con posturas nacionalistas. La situación marca un contraste con el ambiente tenso de meses anteriores, sugiriendo una posible apertura hacia la cooperación y el entendimiento mutuo.
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