Elon Musk ha decidido abandonar su aventura política en Washington para frenar el impacto negativo en sus negocios, especialmente en Tesla. El anuncio de Musk sobre la posible fundación de un nuevo partido político ha generado inestabilidad en el valor de las acciones de Tesla, que cayeron un 7,8%. Su propuesta ha intensificado el conflicto con Donald Trump, con quien rompió relaciones tras apoyar su reelección y criticar su reforma fiscal. Esta ley, en particular, afecta a Tesla al reducir beneficios ecológicos y recortar impuestos a los más ricos, lo que, según Musk, aumentará el déficit público en 3,3 billones de dólares en una década. Asimismo, el descontento de clientes e inversores por el involucramiento político de Musk ha resultado en una caída del 13% en las ventas de Tesla durante dos trimestres consecutivos. Analistas advierten que Musk debería centrarse en sus proyectos tecnológicos, como la conducción autónoma y la inteligencia artificial, en vez de crear tensiones adicionales en el ámbito político.
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