España experimenta un crecimiento económico sostenido con un aumento en su PIB impulsado por el turismo y las exportaciones. Las reformas estructurales han fortalecido el mercado laboral, reduciendo el desempleo a niveles históricos. Sin embargo, los retos persisten en cuanto a la inflación, que ha comenzado a repuntar, y la desigualdad económica, una preocupación creciente entre los analistas. El gobierno enfatiza la necesidad de mantener políticas fiscales prudentes y fomentar la inversión en sectores innovadores para asegurar un desarrollo sostenido y equilibrado.
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