En una reciente entrevista, Yolanda Díaz comentó haber gastado 30 euros en fruta, lo cual considera inadmisible para un español medio, señalando indirectamente la gestión gubernamental. Esta declaración se une a la controversia sobre la posible prohibición de las granjas de pulpos en España, una decisión influenciada por la presión de grupos animalistas y ambientalistas. El debate se centra en el impacto ambiental y el bienestar animal, mientras que la acuicultura de pulpos, promovida por Nueva Pescanova en Canarias, enfrenta oposición a pesar de prometer beneficios económicos y sostenibilidad. España, en su lucha por mantener su cultura gastronómica y autonomía alimentaria, podría ver sus recursos desplazados al extranjero si las reformas legislativas avanzan.
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