El Museo del Arte Prohibido de Barcelona cerrará indefinidamente el 27 de junio debido a un escrache sindical que ha durado cuatro meses. La institución, ubicada en la casa Garriga Nogués y que exhibía más de 200 obras censuradas a lo largo de la historia, se convertirá en una colección itinerante global. Las protestas sindicales, dirigidas por el SUT, denunciaron malas condiciones laborales en empresas subcontratadas, lo que ha llevado a pérdidas económicas significativas y una caída del 75% en ingresos. Aunque el museo asegura que ha cumplido con la ley y normas laborales, el conflicto ha obstaculizado su funcionamiento.
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