El Hotel Solvay, ahora un museo, se destaca como una joya del modernismo en Bruselas, cuya construcción fue dirigida por el arquitecto Víctor Horta a principios del siglo XX. Originalmente una mansión particular de la familia Solvay, fue salvada de la demolición en 1957 por la familia Wittamer, quienes respetaron su diseño y mobiliario original. Actualmente, el inmueble se ha convertido en un punto de referencia para los entusiastas del art nouveau, ofreciendo visitas guiadas que permiten apreciar su excepcional arquitectura e historia. A pesar de no operar como un hotel tradicional, el edificio atrae a aficionados de la Belle Époque, destacando por sus detalles históricos y artísticos que permanecen intactos.
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