Un hombre, a pesar de encontrarse hospitalizado, realizó llamadas tanto el viernes como el sábado a la parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica en Gaza. La situación subraya el entorno desafiante en el que operan las instituciones religiosas dentro de esta región en conflicto, donde la comunicación se convierte en un acto esencial de fe y apoyo comunitario en tiempos de adversidad.
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