El mercado inmobiliario español está experimentando un repunte significativo en su actividad, impulsado por el abaratamiento de las hipotecas tras los ajustes del Banco Central Europeo. Según datos del INE, septiembre y octubre han visto un aumento en las operaciones de compra de viviendas. Expertos como María Matos de Fotocasa y Sergio Carbajal de Rastreator apuntan a una demanda intensa, en gran medida representada por compradores de nivel socioeconómico medio-alto que buscan asegurar una propiedad antes de un posible nuevo aumento en los precios. El perfil medio del comprador ha cambiado poco, predominando personas de alrededor de 40 años con contratos indefinidos. Mientras tanto, el tiempo para cerrar una compra ha disminuido, bajando de 92 días antes de la pandemia a 72 días actualmente. Este crecimiento del mercado también cuenta con un aumento en la solicitud de hipotecas, que ahora representan el 66% de las compras, en comparación con el 57% del año anterior. Sin embargo, la entrada de jóvenes y clases económicas más bajas sigue siendo limitada, y la mayoría de los compradores son inversores o extranjeros, quienes encuentran en la bajada de intereses una oportunidad atractiva en un contexto de precios al alza y un mercado de alquiler poco accesible.
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