El Partido Popular (PP) de Baleares, liderado por Marga Prohens, ha optado por abstenerse en la votación para derogar la Ley de Memoria Democrática autonómica, pese a haber inicialmente apoyado la propuesta de Vox para su eliminación por generar «rencor y división» entre los españoles. La abstención del PP ha permitido que la ley, que reconoce a las víctimas del bando franquista, siga vigente. Esta decisión surge tras la ruptura del acuerdo entre Vox y el PP debido a desacuerdos sobre el uso del español en la enseñanza. Prohens justificó su abstención al considerar la ley «prescindible» y no prioritaria, optando por un acuerdo con la izquierda para superar disputas parlamentarias. Esta abstención ha suscitado críticas de Vox, que acusa al PP de ceder en el ámbito ideológico, mientras que desde la izquierda se celebra la continuidad de la norma como una victoria para la democracia. La controversia alrededor de la ley destaca las tensiones políticas en torno a la memoria histórica y los derechos ideológicos en España.
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