El mismo viernes que el populismo de derecha ganó terreno en Inglaterra con la victoria del partido Reform UK de Nigel Farage, el príncipe Enrique reveló en una entrevista con la BBC, desde su residencia en California, que su relación con el rey Carlos III está fracturada. La causa es su litigio con el Gobierno británico debido a la disminución de su seguridad durante visitas al Reino Unido, lo que considera parte de un complot del establishment. Aunque expresa su deseo de reconciliación y critica la falta de apoyo real, Buckingham insiste en que el tema se ha juzgado adecuadamente. Enrique también contactó a altos funcionarios británicos para revisar su caso, en medio de críticas por priorizar sus problemas personales sobre los desafíos del país.
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